23 dicembre 2011

"Jesucristo es conocido y amado hasta en los pueblos más lejanos"

Rouco: "Nuestros misioneros son una gracia de Dios".
El cardenal escribe a los misioneros y sus familiares.
Nada de lo que hacemos por Él quedará sin su bendición, y ningún sacrificio a causa de nuestra fidelidad a su amor dejará de dar frutos abundantes para el Reino de Dios.
El cardenal de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, como viene siendo tradicional por estas fechas, ha enviado una carta a los misioneros diocesanos, en la que les felicita la Navidad, "momento muy especial para la Iglesia, y en definitiva para toda la Humanidad. Lo es sin duda para cada uno de nosotros. Celebramos el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, y sé que, para cada uno de vosotros, los misioneros que estáis predicando con vuestra palabra y con vuestra vida que Cristo está vivo, es también un momento de profundo agradecimiento al Señor por vuestra vocación y vuestro trabajo apostólico. Yo me uno a vosotros y a vuestra acción de gracias a Dios por el don de la vocación misionera y por la oportunidad que Dios os está concediendo para que muchos otros hermanos nuestros puedan vivir con alegría la celebración del nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios y de María Virgen".
"El recuerdo de vuestro trabajo y de vuestra entrega me anima y alegra al ver que Jesucristo es conocido y amado hasta en los pueblos más lejanos. A pesar de las dificultades y de los obstáculos, que sin duda existen, vuestra presencia y vuestra actividad apostólica hacen posible que, en estos días, muchos hombres y mujeres de nuestro mundo sepan que existe Dios y que ese Dios los ama tanto como para hacerse hombre, para hacerse un niño, compartir nuestra vida temporal y así hacernos participar de la Suya, eterna".
"Este 2011 ha sido un año muy especial para nuestra Iglesia diocesana, y para toda la Iglesia universal, con la celebración de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud. Ha sido, ciertamente, un año profundamente misionero, no sólo por la presencia de muchos de vosotros y de tantos jóvenes venidos desde vuestras ciudades y misiones, sino también, y muy especialmente, por el espíritu misionero que el Santo Padre Benedicto XVI le ha dado a este Encuentro extraordinario, animando y motivando a los jóvenes a vivir su vocación cristiana como verdaderos misioneros de Cristo, de Quien han recibido el mandato de ir a todo el mundo a llevar la luz de la Verdad y del Amor, que es Él mismo".
Para el Cardenal, "los frutos de la JMJ de Madrid 2011 ya están siendo patentes, y con nuestra oración y nuestra perseverancia, sin duda, lo estarán siendo más cada día. La semilla sembrada en el corazón de los jóvenes no dejará de dar sus buenos frutos, también para la vida misionera. Esta vocación específica la sentirán no pocos de ellos, que han de meditarla en la presencia de Dios, y no tener miedo alguno en seguirla. Pero, en realidad, a todos los que, de un modo u otro, han participado en la JMJ, el Señor les irá abriendo más y más el corazón para que descubran que allí donde hayan de estar tienen que manifestar, con sencillez y, a la vez, con valentía y convencimiento su fe, su esperanza y su amor cristianos".
También comparte con ellos "la alegría, un año más, de la celebración de la Fiesta de las Familias, que en esta ocasión será el viernes 30 de diciembre, en que celebramos la Fiesta de la Sagrada Familia. Será en la madrileña Plaza de Colón, bajo el lema ‘Gracias a la familia cristiana ¡hemos nacido! Los jóvenes de la JMJ', y habrá también un Mensaje especial del Papa. No dejéis de orar por el fruto de esta hermosa Fiesta de las Familias".
Recuerda que "vuestra vida y vuestro trabajo misionero es muy importante para toda la Iglesia, para nuestra diócesis y para mí, como obispo vuestro. Agradezco de corazón vuestras cartas y todas las noticias que me llegan por medio de la Delegación de Misiones, con vuestras inquietudes y vuestras esperanzas, que sigo muy de cerca, y que encomiendo especialmente en estos días de Navidad, ante el Niño Dios. A Él le pido que os bendiga y os llene de sus gracias y dones, para que viváis con alegría y llenos de la esperanza verdadera. Que la Virgen María, nuestra Señora de la Almudena, os acompañe en vuestros trabajos y luchas por el Evangelio con su amor de Madre. Os encomiendo a todos vosotros y a vuestras familias, al tiempo que yo también me encomiendo a vuestras oraciones. ¡Feliz Navidad, y un año 2012 lleno de las bendiciones de Dios!".
Asimismo, el Cardenal Arzobispo de Madrid ha enviado una carta a los familiares de los misioneros diocesanos en la que les hace llegar un cariñoso saludo y comparte "la experiencia de tener un ser querido lejos por causa del Evangelio". "Nuestros misioneros" son "una gracia de Dios para toda la Iglesia diocesana".
"Celebramos el nacimiento de Jesús, que es el Enviado del Padre, y como Él también un día vuestro hijo, hermano o familiar fue enviado por la Iglesia a un país lejano. Así como Jesús tuvo que asumir la condición humana, nuestros misioneros han tenido que asumir la cultura, la lengua y la vida de aquellos a los que han sido enviados. Siguiéndole a Él, lo han hecho con ánimo desprendido y generoso, con amor y con alegría, convencidos de que nada hay más grande en la vida que entregarla por Cristo". "También vosotros habéis aceptado con alegría, aunque con algún dolor, esta entrega, y el Señor, que todo lo ve, que está dentro de vuestro corazón, os lo agradece y os lo recompensará con creces. Ésta es una de las grandes convicciones de nuestra fe. El Señor es siempre quien va delante, y su generosidad es infinita. Nada de lo que hacemos por Él quedará sin su bendición, y ningún sacrificio a causa de nuestra fidelidad a su amor dejará de dar frutos abundantes para el Reino de Dios, para la propia vida de nuestros misioneros, y sin duda también para la de sus familias".
Concluye animándoles a vivir "con alegría el Año Nuevo, que el Señor nos regala. Que la celebración de la Navidad os ayude a valorar y agradecer aún más el sacrificio de vuestros hijos y hermanos misioneros, y el vuestro propio, al que yo me uno a través de estas letras y de mi oración, por todos vosotros, por los misioneros y por los frutos de su trabajo apostólico".

Fuente: http://www.periodistadigital.com

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